4 Consejos para prevenir las enfermedades cardiovasculares
Las cifras lo dicen claro: las enfermedades cardiovasculares matan a millones de personas cada año. La Organización Mundial de la Salud cataloga las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte en el mundo.
Es importante conocer la gravedad de las enfermedades cardiovasculares y la importancia de su prevención y control para mantener un corazón sano, la mayoría de los factores de riesgo son prevenibles y controlables.
Por lo que compartimos contigo cuatro consejos para que realices cambios en tu estilo de vida, que te hagan tomar mejores decisiones y así prevenir las enfermedades cardiovasculares o poder tratarlas más eficazmente.
1. Cuídate:
No es una novedad, el consumo de tabaco y alcohol, la falta de ejercicio y una alimentación rica en grasas son factores de riesgo cardiovascular. En tus manos está cambiar esos hábitos y reducir tu riesgo cardiovascular.
- Alimentación saludable y actividad física
Es importante consumir alimentos frescos y variados, que incluyan en cada comida frutas o verduras.
Reduce el consumo de comidas rápidas y bebidas azucaradas, el consumo de sal y alimentos embutidos, enlatados y grasas de origen animal.
No hay que olvidarse de realizar actividad física de forma regular. No importa la intensidad, basta con caminar 30-45 min al día, pero es muy importante ser constante.
- Elimina el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas
Evita el consumo de tabaco, y elimina la ingesta de bebidas alcohólicas, ambos contienen sustancias adictivas y perjudiciales para la salud que producen aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.
Nunca es muy tarde para dejar de fumar, en la farmacia contamos con un servicio de deshabituación tabáquica, en el que a través de 12 sesiones repartidas a lo largo de un año te ayudamos, te acompañamos en este proceso y resolvemos tus dudas (enlace al servicio)
- Control del estrés, hipertensión y diabetes
Aprender a manejar los problemas, así como controlar la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, mejoran la salud en general y la del corazón.
- Sueño de calidad
Las personas que no duermen lo suficiente tienen un mayor riesgo de obesidad, hipertensión arterial, ataque cardíaco, diabetes y depresión.
La mayoría de los adultos necesitan por lo menos siete horas de sueño cada noche. Haz del sueño una prioridad en tu vida.
Cuidemos del planeta:
Más del 90% de la población respira aire que no llega a los estándares de la OMS.
Efectivamente, la contaminación es un factor de riesgo determinante para enfermedades como las cardiovasculares, pero también el cáncer, las enfermedades respiratorias o las neurodegenerativas. Su efecto es ya tan importante que ya no podemos conseguir prevenirlas sin tenerlo en cuenta.
La contaminación es el resultado de la actividad humana, y todos los individuos, ciudadanos, gobiernos y empresas, podemos y debemos contribuir para reducirla.
Impulsemos la investigación y la innovación:
Hay que seguir investigando a todos los niveles para poder acabar con las enfermedades del corazón. Es importante impulsar la investigación desde una múltiple perspectiva.
No basta con curar la enfermedad, es importante saber qué ha ocurrido antes para poder así prevenirlo o, por lo menos, retrasarlo. Y para hacerlo bien, necesitamos tecnologías avanzadas que están dando buenos resultados, por ejemplo, actualmente, con técnicas no invasivas podemos detectar los inicios de la aterosclerosis, que poco a poco va endureciendo y estrechando nuestras arterias.
De hecho, el diagnóstico que se efectúa cuando todavía no existen síntomas de la enfermedad, es una de las herramientas más eficaces para el tratamiento y prevenir su avance.
Acuérdate cada día de tu corazón:
No hay mejor herramienta para la salud que conocernos, conocer nuestro cuerpo y cómo nos afecta las decisiones y los hábitos de vida que tenemos.
Recibir una buena información y educación sobre prácticas saludables tiene importantes beneficios en la salud de nuestro corazón y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Hay que plantear acciones de educación cardiovascular a todas las edades, es tan importante la influencia de los padres sobre los niños, como la de los hijos sobre los padres.
Es muy importante mantener los cambios en el tiempo, sabemos que es difícil provocar cambios duraderos a largo plazo, pero debemos ir revisando nuestros propósitos periódicamente e intentar retomarlos o mantenerlos.