PICOR
¿Qué es el picor vaginal?
Es un síntoma molesto, desconcertante para la mujer y es uno de los principales motivos de consulta.
Aunque no suele estar vinculado a patología grave, su importancia deriva de su frecuente carácter crónico.
La vagina tiene que mantener su estado de acidez natural para que los microorganismos que la habitan estén en equilibrio.
Si por alguna causa el nivel normal de acidez cambia, este equilibrio se pierde y se produce el crecimiento rápido y sin control de microorganismos, pudiendo provocar así, una infección vaginal.
¿Cuáles son las causas?
Algunas de las causas más comunes son las alteraciones infecciosas, y entre ellas, las más frecuentes:
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Por bacterias
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Por hongos
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Por la toma de antibióticos, sobre todo los de amplio espectro, suele estar relacionado directamente con candidiasis vaginal.
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El mantenimiento de la ropa de baño húmeda durante largos períodos de tiempo en verano también puede provocar esta problemática.
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Por alergia e irritación. Otra causa de picor, aunque menos frecuente, está relacionada con procesos de alergia debida a agentes químicos incluidos en los geles de limpieza, tampones, ropa interior, preservativos, … Ya que pueden alterar el equilibrio del ecosistema vaginal.
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Por la incontinencia urinaria. El potencial irritante de la orina, la humedad casi permanente y la presencia de una importante población microbiana en la zona puede acabar causando molestias e infecciones.
Aparte del picor, estas circunstancias también pueden ir acompañadas de los siguientes síntomas:
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Abundante flujo vaginal denso y a veces con aspecto grumoso, o con mal olor.
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Molestias al orinar, debido al contacto de la orina sobre la mucosa irritada
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Molestias en las relaciones sexuales.
Es importante un correcto diagnóstico por un profesional cualificado para asegurar el tratamiento adecuado, así como el mantenimiento del pH de la vagina, para que exista un buen equilibrio entre sus microorganismos.
Es importante en esta situación reducir la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono, ya que el exceso de azúcar de la orina y de las secreciones vaginales pueden ser un sustrato para el sobre-crecimiento de los hongos.
Tratamiento
El principal tratamiento consiste en intentar recuperar el equilibrio de la flora vaginal. En este aspecto, los productos probióticos pueden ser de mucha utilidad.
Esta medida no solo mejora las tasas de curación del tratamiento específico de los brotes agudos, sino que disminuye el riesgo de recaídas y evita que las infecciones se hagan crónicas.
En esta situación es importante usar un gel íntimo respetuoso con el pH de la piel y que garantice el equilibrio de la barrera cutánea y que a la vez reduce el picor, enrojecimiento, repara y calma la piel.
Puedes usar la crema íntima Beta complex para calmar y reparar la piel y mucosas de la zona íntima. Útil para el tratamiento de las irritaciones, la sequedad y el picor con efecto antiinflamatorio.
Recuerda, más vale prevenir
Existen algunas medidas y buenos hábitos que pueden ayudarte a mantener el equilibrio natural de la zona íntima, previniendo la aparición de irritaciones e infecciones vaginales:
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Utiliza productos para la higiene diaria, suaves y respetuosos.
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Escoge ropa íntima de algodón, ya que facilita la transpiración.
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Después de nadar en una piscina o en el mar, sécate bien y cámbiate el bañador por la ropa interior.
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Evita permanecer demasiado tiempo con el bañador mojado.
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Realiza la higiene íntima realizando el lavado desde la parte delantera a la parte trasera para evitar introducir en la vulva bacterias del recto.
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Mantén una buena nutrición e hidratación general.