Sigue esta lista de buenos hábitos y lucirás una sonrisa radiante por mucho tiempo:
Cepíllate los dientes y encías todos los días después de cada comida
Es importante que adoptemos como costumbre cepillarnos los dientes una vez hayamos terminado de comer. Puede que no nos demos cuenta a simple vista, pero se acumulan en nuestros dientes restos de comida que es necesario eliminar. La base de un cepillado correcto consiste en realizar movimientos cortos, suaves y elípticos, teniendo en cuenta la línea de las encías, los dientes posteriores y las zonas que rodean las coronas de los dientes y obturaciones.
Dedícale el tiempo necesario al cepillado
Un error muy común es realizar un cepillado dental demasiado breve. Si no invertimos el tiempo necesario en el cepillado, puede que las cerdas del cepillo no lleguen a lugares de la boca que están más inaccesibles y en los que se están acumulando restos de comida.
Elige el cepillo de dientes adecuado
Hoy en día hay disponibles cepillos de dientes con multitud de formas y tamaños. Es importante que las cerdas de nuestro cepillo no sean excesivamente duras para que no dañen nuestras encías y el tamaño del cabezal tiene que permitir hacer los movimientos naturales del cepillado. O si tienes dudas, pregúntale a tu dentista, él te aconsejará cuál es el más indicado para ti.
Elige una pasta de dientes adecuada a tus necesidades
Actualmente se venden pastas de dientes para solucionar numerosos problemas bucodentales: con flúor, para prevenir la sensibilidad dental, para las enfermedades de las encías, dentífricos de efecto blanqueador… Nuestra recomendación es que sea tu dentista quien te asesore sobre el dentífrico más adecuado para ti.
Renueva tu cepillo de dientes
Es importante renovar el cepillo de dientes porque las bacterias pueden acumularse entre las cerdas. Si eres olvidadizo/a, los cambios de estaciones son un buen truco para acordarte de realizar el cambio.
Utiliza hilo o seda dental y/o los cepillos interproximales
Ambos utensilios son idóneos para complementar la labor de los cepillos y limpiar las zonas interdentales a las que los cepillos no puedan acceder.
Usa enjuagues bucales
El colutorio puede ser un gran aliado para eliminar bacterias que se han acumulado en la boca, tener un aliento agradable o para ayudar en la prevención o tratamiento de alguna enfermedad periodontal. Pero recuerda que el enjuague bucal es un complemento al cepillado, nunca podrá sustituir la limpieza dental.
No te olvides de limpiar la lengua
Es la parte más olvidada de la boca cuando estamos realizando la limpieza, pero la realidad es que en la lengua se acumulan miles de bacterias. Para una adecuada limpieza, se aconseja utilizar limpiadores linguales.
Acude a las revisiones con tu dentista
Las visitas de revisión con tu dentista son la mejor medida preventiva para detectar cualquier enfermedad o problema bucodental y poder poner una solución o tratamiento a tiempo. Realízate una limpieza dental al año.
Lleva una dieta equilibrada
Una dieta saludable es esencial para tener unos dientes y unas encías saludables. Una dieta rica en cereales, frutas y verduras y productos lácteos proporcionará todos los nutrientes necesarios. Evita alimentos excesivamente azucarados
Deja de fumar
Fumar influye directamente, y de manera muy agresiva, en el cuidado bucal. Fumar aumenta el riesgo de enfermedad de las encías, provoca mal aliento, decoloración de los dientes y otros problemas tanto de salud oral como de salud general. Si no se abandona el hábito, es necesario reducirlo y realizar una limpieza profesional profunda de manera más frecuente, para revisar el estado de las encías y la acumulación de sarro.